jueves, 22 de marzo de 2018

La influencia de las emociones en el proceso del Cáncer
Ya en la antigüedad se conocía esta enfermedad pues la mencionan en papiros los Egipcio; Sócrates, Platón, en sus textos Hipócrates le da el nombre por su parecido con un Cangrejo y Celso se refiere al cáncer con el nombre Oncos (de allí Oncología). Galeno, por el siglo II DC, postula lo siguiente: 
“Las mujeres afligidas padecen más frecuentemente de cáncer de mama que sus congéneres alegres”.
Más recientemente, en el estudio de esta enfermedad se ha encontrado cierta relación entre estado emocional de la persona y evolución de la enfermedad. En el año 1973 la Dra. Caroline Bedell Thomas, de la Facultad de Medicina de Johns Hopkins Medical School, llegó a la conclusión de que el cáncer está entre las enfermedades con mayor vinculación a los rasgos psicológicos y encontró qué características en una persona tienen mayor influencia en su aparición:
• cuando hay falta de relación con uno de los progenitores
• cuando tiene sentimientos de desesperación ante situaciones difíciles
• cuando siente incapacidad para expresar sus emociones
• ante una pérdida importante (hijo, mascota, cónyuge, trabajo, casa)
Si comprendemos la relevancia que nuestros estados internos, nuestra psique humana, tiene sobre nuestro cuerpo, podemos producir mejoras al tomar consciencia de la influencia que éstos tienen sobre nuestro bienestar.
Por ello es importante alcanzar un estado de madurez emocional, de empoderamiento, para que no se produzcan desvalorizaciones internas.
Esta madurez nos permitirá contemplar los problemas o situaciones difíciles con otros ojos, pasando de sentirnos atrapados por una situación fuera de nuestro control a una situación en la que tomamos riendas, centrándonos desde nuestra vida hacia el exterior y no al revés. Aprendiendo a decir No cuando es necesario por razón de nuestra propia salud.
Es importantísimo volver a conectarnos con uno mismo, con los deseos y necesidades propias dándole la prioridad que les corresponden sin dejarse para lo último y aprendiendo a poner límites para que los demás no traspasen e invadan mi territorio real o simbólico. Y no permitir la invasión de las acciones, ideas, pensamientos de otros en la propia psique, oyendo solamente la voz interior, la propia intuición, la corazonada.
Feliz toma de consciencia.  Veronica Goyena 

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